TEXTO 2: Por qué Afganistán?
  FONTE: http://www.nuevaradio.org/showart.asp?sec=5&id=-152837
Semana : 39
Mundo - Campaña "Antiterrorista"
Por qué Afganistán?
La   Política  del  Oleoducto  y  el  Surgimiento  de  una  Nueva  Región
Estratégica:Petróleo y Gas Natural del Mar Caspio y Asia Central
Teniente Coronel (R ) Lester W. Grau, Ejército de EE.UU.
La   importancia   vital  que  reviste  el  petróleo  es   una   realidad
incuestionable  y  motivo  de  muchos de  los  acontecimientos  de  mayor
trascendencia  del presente siglo, y tal parece que en el siglo  venidero
el   control  de  los  campos  petrolíferos  seguirá  siendo  una  fuente
indiscutible de poder estratégico. En artículo presentado a continuación,
el  autor analiza el posible predominio de la región del mar Caspio y  de
Asia  Central como fuente de este recurso valioso, y explica las ventajas
y  desventajas que presentan las diversas rutas que se han propuesto para
llevar este producto al mercado global.
Las  opiniones expresadas en el presente artículo son las del autor y  no
reflejan la política ni posición del Ejército de EE.UU., del Departamento
de Defensa ni del Gobierno de Estados Unidos.
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LOS  DÍAS  DE  petróleo  barato aún continúan  ...  posiblemente.  En  la
actualidad  gran parte del petróleo usado en Estados Unidos  proviene  de
Venezuela  y  del Golfo Pérsico, en tanto que Europa compra  el  petróleo
producido  en el Golfo Pérsico y el mar del Norte. Aunque hace ya  muchos
años  que  los  países europeos compran el gas natural  de  la  ex  Unión
Soviética  y de Rusia, el petróleo proveniente de la región euro-asiática
se  ha  vendido  en cantidades limitadas en Europa. Esta  situación  bien
puede  cambiar,  pues existe una región euro-asiática dotada  de  mayores
reservas de petróleo y gas natural que las de Irán e Irak. El mar  Caspio
parece  encontrarse situado encima de otro mar: el de los  hidrocarburos.
Muchos de los grandes petroleros de occidente han acudido a la zona y han
negociado  contratos que valen miles de millones de dólares.  Las  firmas
petroleras  de  Estados  Unidos están muy  bien  representadas  en  estas
negociaciones  y  dondequiera que se conduzca el comercio estadounidense,
allí también se encuentran en juego los intereses nacionales.
La bahía del mar Caspio viene siendo una fuente de petróleo y gas natural
desde  hace mucho tiempo. La religión zoroástrica con culto al  fuego  se
instituyó en las orillas occidentales del Caspio, donde los seguidores de
Zoroastro construían templos alrededor de pilares de fuego alimentado con
el  gas  natural  de la zona. Antes de la I Guerra Mundial,  los  grandes
campos  petrolíferos se encontraban en el Estado de Texas y en la  región
del  Imperio  Ruso con litoral en el mar Caspio. Después  de  la  guerra,
cuando  irrumpió la guerra entre los Blancos y los Rojos  en  Rusia,  las
fuerzas  británicas  desembarcaron en Bakú, en un intento  fracasado  por
influir  en el futuro del petróleo del mar Caspio. Durante la  II  Guerra
Mundial,  Hitler lanzó la Operación Blau en un esfuerzo por controlar  la
riqueza  de  los  campos petrolíferos del mar Caspio. En  la  actualidad,
producto  de  la  disolución de la Unión Soviética, el petróleo  de  esta
región  de  nuevo  está  llamando la atención del  mundo.  Las  compañías
petroleras de occidente, deseosas de descubrir nuevas reservas a un costo
razonable,  están  entablando negociaciones  con  Azerbaiyán,  Kazajstán,
Turkmenistán  y Rusia. Es posible que en cuestión de 15 a  20  años,  las
reservas  petroleras de la región del Caspio puedan ser las terceras  más
grandes  del  mundo  (después de las de Siberia Occidental  y  del  Golfo
Pérsico),  y  tal vez sean suficientes para contrapesar el  petróleo  del
Golfo  Pérsico.  Otros  campos petrolíferos en los países  adyacentes  de
Uzbekistán, Tayikistán y Kirguistán, aumentan las reservas potenciales de
energía barata a disposición de los países carentes de petróleo al  mismo
tiempo que atraen a inversionistas desde el exterior.
La  presencia  de  estas  reservas de petróleo y  la  posibilidad  de  su
exportación plantean nuevas inquietudes estratégicas para Estados  Unidos
y  otras  potencias industriales de occidente. A medida que las compañías
petroleras  construyen  oleoductos para llevar el  petróleo  del  Oriente
Cercano  y  Asia  Central  a  Japón  y al  occidente,  estas  inquietudes
estratégicas  asumen  implicancias militares. El  rol  preponderante  del
Medio  Oriente  en la exportación de petróleo puede ser contrapesado  por
nuevas   fuentes  de  dicho  recurso,  operando  desde  ambientes   menos
establecidos y menos estables. Un factor clave en la estabilidad  mundial
continuará siendo el suministro ininterrumpido de petróleo a los mercados
internacionales,  lo  cual  puede verse amenazado  por  una  variedad  de
problemas políticos, económicos, militares, culturales y relacionados con
la  soberanía  que actualmente afligen esta región. Si la  estrategia  de
Estados Unidos continúa jugando un rol de apoyo vigoroso a la estabilidad
regional,  las  Fuerzas Armadas estadounidenses tendrán que  entender  la
dinámica  política,  económica y cultural  de  los  países  involucrados,
además de la diversidad de intereses estadounidenses en esta región donde
las  compañías petroleras occidentales ya han firmado contratos que valen
más  de  cien  mil  millones de dólares. Es de esperar  que  las  Fuerzas
Armadas estadounidenses circunscriban su accionar futuro en este ambiente
al cumplimiento de funciones de asesoría y asistencia, pues una presencia
más  contundente  en  la  región exigirá  la  obtención  del  derecho  de
establecer bases y una inversión considerable en el desarrollo del teatro
y  el  establecimiento de zonas adelantadas de abastecimiento y bases  de
escala.
El Golfo Pérsico, El Mar Caspio, Rusia y Asia Central
Los  geólogos  especializados  en  temas  relacionados  con  el  petróleo
reclaman haber descubierto 17 mil millones de barriles de petróleo  crudo
en  el  mar Caspio. Esto equivale al petróleo de los campos del  mar  del
Norte1  y  menos  de  la tercera parte del petróleo  de  Venezuela.2  Las
estimaciones  actuales indican que, además de los inmensos  depósitos  de
gas  natural,  la bahía del Caspio también tiene hasta 200  mil  millones
barriles  de  petróleo,  con un valor de aproximadamente  US$4  billones,
basado en su valor en el mercado actual.3 Lo anterior representa 33 veces
más que el valor calculado del petróleo en la Vertiente Septentrional  de
Alaska.4  También es suficiente para satisfacer la demanda de energía  en
Estados Unidos durante un período de al menos 30 años.5 Si bien es cierto
que lo anterior es una estimación substancial, aún no iguala las reservas
estimadas  en los países del Golfo Pérsico. Dicha región sigue siendo  el
centro  mundial  de petróleo. Sin embargo, ante el colapso  de  la  Unión
Soviética,  la  región  del  Caspio ha  asumido  una  importancia  global
totalmente  nueva. Se proyecta que la totalidad de reservas  de  petróleo
existentes  en  el  litoral caspiano de los países  de  Irán,  Kazajstán,
Azerbaiyán,  Turkemenistán y Rusia, es de 25 mil  millones  de  toneladas
métricas;  es  decir,  casi el 15 por ciento del total  de  las  reservas
petroleras  del  mundo  (y  un  50 por ciento  de  las  reservas  de  gas
natural).6
El  petróleo  y  gas  del  mar  Caspio no son  los  únicos  depósitos  de
hidrocarburos  en esta región. En el desierto de Karakum en  Turkmenistán
se  encuentra  la  tercera  reserva de  gas  más  grande  del  mundo,  de
aproximadamente  3  billones de metros cúbicos y  seis  mil  millones  de
barriles en reservas de petróleo.7 Otros campos de gas y petróleo en  los
países  adyacentes  de  Uzbekistán, Kazajstán, Tayikistán  y  Kirguistán,
aumentan las potenciales reservas de energía barata a disposición de  los
países  carentes  de petróleo y también están atrayendo a  inversionistas
del exterior.
Durante la época soviética, petroleros soviéticos sacaban el petróleo del
mar  Caspio  principalmente para uso dentro de la Unión Soviética  y  los
países  signatarios  del Pacto de Varsovia. Hacía  ya  un  siglo  que  se
explotaban  los depósitos de petróleo conocidos en dicha región,  por  lo
cual  para  esa época se agotaban las reservas. Producto de lo  anterior,
los  soviéticos  optaron por concentrar sus esfuerzos  de  exploración  y
explotación   en   otros   sitios  que  les   quedaban   más   accesibles
geográficamente,  y más viables desde el punto de vista tecnológico.  Sin
embargo,  investigaciones recientes indican la existencia de reservas  de
petróleo  en  el  mar Caspio que bien podrían traducirse en  bienestar  e
independencia  económica  para  los cinco estados  lindantes,  incluyendo
Rusia,  Azerbaiyán, Irán, Turkmenistán y Kazajstán. Pero tales beneficios
acarrean  un alto precio: en este caso, se requiere del dinero suficiente
para  explotar los depósitos en lugares remotos y por ende  difíciles  de
alcanzar;  dinero para sacar los agentes contaminantes de hidrosulfuro  y
mercaptán del petróleo en la orilla oriental; dinero para lidiar con  las
altas  presiones  geográficas  de la región;  dinero  para  restaurar  la
presión  necesaria  para sacar el petróleo de los campos  abandonados  en
forma  prematura; y dinero para hacerle llegar el petróleo al consumidor.
Puesto  que  la  Unión  Soviética  dejó  de  desarrollar  las  soluciones
tecnológicas  adecuadas de estos problemas, son los fondos y  tecnologías
de  occidente que actualmente son claves en esta región. Muchas  son  las
predicciones  que  se  han  postulado,  la  mayor  parte  de  las  cuales
probablemente son exageradas. Así todo, de acuerdo con algunos analistas,
si  las  compañías  petroleras occidentales logran  firmar  los  acuerdos
necesarios para dar inicio a la producción del petróleo de los campos  en
el  mar Caspio, Asia Central y Rusia, ya para el año 2010 podrán sacar de
ellos  casi cinco millones de barriles de petróleo por día para su  venta
en el mercado libre.8
Los Problemas del Oleoducto
Resulta difícil transportar el petróleo y el gas del mar Caspio y de Asia
Central  al  mercado.  La  única forma viable de  transportar  cantidades
suficientes de estos recursos para su uso comercial fuera de esta región,
es  a  través  de  oleoductos.  Actualmente se  están  estudiando  varias
potenciales rutas de oleoductos, las cuales se indican en el mapa. Hoy en
día,  el  único oleoducto existente que aparece en el mapa es  aquél  que
atraviesa Chechenia, pasando por Bakú-Grozny-Novorossisk.
La Ruta Rusa
En  la actualidad, todo el petróleo y gas del mar Caspio se saca a través
de  Rusia.  El  petróleo entonces puede transportarse hacia el  noroeste,
llegando  finalmente a los mercados europeos a través de un sistema  bien
desarrollado  de oleoductos; o bien atraviesa Chechenia  -país  éste  que
sigue  azotado por la guerra- hasta el mar Negro donde buques aljibes  lo
llevan  a  través  de  los  estrechos de  los  Dardanelos  hasta  el  mar
Mediterráneo. La industria petrolera es de suma importancia para Rusia en
su  permanente lucha para avanzar; de hecho, el petróleo y el gas natural
representaron  entre  el  40  y  el 45 por  ciento  de  la  totalidad  de
exportaciones rusas en el período de 1993-1994. El Gobierno ruso  recibió
aproximadamente  US$1,5 mil millones de la venta directa  de  petróleo  a
países  extranjeros,  ganando además el 21 por  ciento  de  sus  ingresos
presupuestarios  de las tarifas impuestas en el comercio  extranjero,  la
mayor parte de las cuales se derivan de la venta de petróleo y gas.9  Los
vecinos  de  Rusia  se  quejan  de que dicho  país  mantiene  el  interés
propietario  sobre todo el petróleo en la región del mar  Caspio  y  está
utilizando  los  oleoductos  para  poder  imponer  su  voluntad  en   las
negociaciones.  Los rusos, en fin, descubrieron los campos  petrolíferos,
los   desarrollaron  y  construyeron  los  medios  de  transporte  y   la
infraestructura de refinamiento, por lo cual hace 100 años que  controlan
el  petróleo  del mar Caspio. Ahora sostienen que las demás naciones  les
deben  su  parte justa (según su propia definición) del petróleo  en  sus
respectivos  territorios, y se han esmerado en obtenerla al controlar  el
flujo  del  petróleo perteneciente a otros países a través de  territorio
ruso.  De ahí que, en la primavera de 1996, Rusia disminuyera la cantidad
de  petróleo  que aceptaba transportar desde el inmenso campo petrolífero
de  Tengiz  en la costa noreste del Caspio. La corporación Chevron  y  el
Gobierno de Kazajstán son socios por partes iguales en la explotación  de
dicho  campo. La razón dada por los rusos por su decisión de  reducir  el
flujo  fue  que  el contenido de azufre era tanto que estaba  dañando  el
oleoducto.  Si  bien  es cierto que este petróleo efectivamente  contiene
mucho azufre, cabe señalar que éste se transportaba en el mismo oleoducto
durante  muchos años cuando el referido campo le pertenecía  a  la  Unión
Soviética  (desde luego, durante la época soviética a nadie le  importaba
el  costo).  Algunos reclaman que Rusia pretende controlar  la  industria
petrolera de Kazajstán, y con ello perjudicar su viabilidad económica. En
el  año  1997,  el Consorcio del Mar Caspio, incluyendo las corporaciones
Chevron,  Mobil,  Lukoil de Rusia, y las compañías estatales  de  Omán  y
Kazajstán,  coincidieron en invertir US$2 mil millones en la construcción
de  un  oleoducto  desde  Kazajstán, atravesando  Rusia,  hasta  alcanzar
Novorossisk  (la  ruta 1).10 Dicha ruta le permite a  Rusia  mantener  su
control sobre el transporte de petróleo en la región.
La  línea  rusa desde Bakú, a través de Chechenia, hasta Novorossisk  (la
ruta 2) se encuentra en malas condiciones debido a los dos años de guerra
entre  los  chechenos  y  los  rusos. Según los  informes  difundidos  al
respecto, ambos partidos alcanzaron el oleoducto durante la guerra y  los
chechenos  lo  han  explotado como fuente de petróleo  "gratis".  También
existen informes regionales que indican que los chechenos han puesto  más
de  100 canillas en la línea, empleándolas para desviar el petróleo hacia
sus propias refinerías clandestinas para luego vender gasolina barata  en
la  ciudad  capital  de Grozny. Al presente, éste es el  único  oleoducto
regional totalmente operacional.
Rusia  ha propuesto la exportación del petróleo hacia el norte, para  así
utilizar  su  sistema de oleoductos existente con el  objetivo  final  de
llegar  a  Novorossisk  y diversos destinos en Europa  (la  ruta  3).  De
adoptarse  este  plan,  el oleoducto se removerá  de  Chechenia,  con  el
resultado  de que Rusia obtendrá el control total del petróleo  producido
en la región del mar Caspio y Kazajstán.
La Ruta Transcaucásea
La  Compañía  de Operaciones Internacionales de Azerbaiyán es  el  primer
consorcio   internacional  establecido  en  Azerbaiyán.   Las   compañías
estadounidenses participantes controlan el 39 por ciento del consorcio (a
saber, la Amoco posee el 17,0%; la Unocal, el 10,0%; la Exxon, el 8,0%; y
la  Pennzoil,  el  4,8%). Otros países miembros del  consorcio  son  Gran
Bretaña,  con  el 19,0%; Azerbaiyán, con el 10,0%; Rusia,  cuya  compañía
Lukoil  controla  el  10,0%; Noruega, con el 8,6%; Japón,  con  el  3;9%;
Turquía  con  el  6,8%;  y Arabia Saudita con el 1,7%.11  Este  consorcio
planifica dar inicio a la exportación del petróleo en el mes de agosto de
1997  a  través  del oleoducto Bakú-Grozny-Novorossisk, y  construir  una
línea adicional desde Bakú, atravesando Georgia hasta llegar al puerto de
Supsa  en  el  mar  Negro (ruta 4). Es posible que  este  oleoducto  esté
completo   en  el  año  1998.  Lo  anterior  constituye  una  alternativa
relativamente  poco  costosa, pero el petróleo  habría  de  transportarse
desde  Supsa  en buques petroleros a través del mar Nego y el  Bósporo.12
Turquía controla el tráfico entre los mares Negro y Mediterráneo,  y  las
autoridades  turcas están renuentes a aumentar el tránsito de  aljibes  a
través  de  los  estrechos  debido a sus inquietudes  ambientales.  Rusia
también  protesta  esta  ruta porque el oleoducto evita  todo  territorio
ruso.  Es  más,  el  oleoducto atraviesa los dominios  de  muchas  tribus
rebeldes en las montañas.
La  Compañía  de Operaciones Internacionales de Azerbaiyán  también  está
considerando establecer una línea al puerto turco de Ceyhan,  en  el  mar
Mediterráneo (ruta 5). Tal ruta le brindaría primacía a dicho país en  la
exportación  de  gas y petróleo del mar Caspio, negándole  a  Rusia  toda
posibilidad de ganar ingresos de los derechos de uso del oleoducto y  del
puerto  de  Novorossisk.  La construcción de un  oleoducto  hasta  Ceyhan
presenta ciertos problemas, pues la ruta tendría que atravesar Azerbaiyán
y  Armenia  cuya guerra sobre Nagorno-Karabakh ha llegado a un estado  de
empate.  Aunque este conflicto se resuelva, la ruta también atraviesa  la
parte  de  Turquía  poblada por los kurdos, donde  sigue  librándose  una
insurrección. Finalmente, esta ruta conlleva el costo muy alto de  US$2,9
mil millones.13
Las Rutas Iraníes
Otra  ruta,  la  de  Bakú-Irán-Ceyhan (la ruta  6),  enfrenta  la  rígida
oposición  del  Gobierno de Estados Unidos debido al supuesto  apoyo  del
estado  iraní al terrorismo internacional. A las compañías petroleras  de
Estados  Unidos se les ha prohibido transportar su petróleo a  través  de
Irán, pese a que ésta es la ruta más directa y ofrece el acceso más fácil
a un puerto abierto.
La  ruta preferida por Irán es una que corre hacia del sur desde  el  mar
Caspio  hasta  el  Golfo  Pérsico. Irán ya tiene un  extenso  sistema  de
oleoductos  y  Turkmenistán abrió una línea para  el  transporte  de  gas
natural   en  el  mes  de  diciembre  de  1997.14  Ésta  es  una   opción
relativamente barata, pero significaría que todo el petróleo y gas habría
de  pasar  por  el tumultuoso Golfo Pérsico, atravesando los  vulnerables
estrechos  de  Ormuz.  Estados Unidos se opone a  esta  ruta  y  pretende
imponer las sanciones en vigencia, pero las compañías petroleras de otros
países  ya  están  haciendo  caso omiso  a  las  sanciones  y  entablando
negociaciones  con  Irán  para  la compra de  petróleo.  Las  principales
compañías  petroleras  de  varios  países,  incluyendo  Francia  (la  Elf
Aquitaine y Total SA), Italia (la Agip), Holanda (la Royal Dutch/Shell  y
Lmaj),  España  (la  Repsol),  India  (la  BHP),  Rusia  (la  Lukoil,  la
Zarubesneft, y la Mashinoimport) y China (la Nacional de China),  o  bien
han  completado o están negociando importantes acuerdos con  Irán.15  Las
firmas  estadounidenses también están interesadas en  tal  ruta  y  están
ejerciendo presiones en Washington por que se mejoren las relaciones  con
Irán.
La Ruta Afgana
Varias  compañías  petroleras importantes están investigando  la  posible
construcción  de  oleoductos  desde Asia Central  a  través  de  Herat  y
Kandahar,  en Afganistán, hasta Quetta y Karachi, en Paquistán (ruta  8).
La  distancia es relativamente corta y lleva el petróleo al  mercado  del
subcontinente de India. El costo estimado del oleoducto es de US$1,9  mil
millones; sin embargo, Afganistán aún se encuentra inmerso en una  guerra
civil.16  Muchos habitantes de esta región se han convencido  de  que  la
Unocal les brinda apoyo económico a las fuerzas del Talibán, a cambio  de
los derechos de control de futuros oleoductos en Afganistán.17
La Ruta China
China  y  los  países  con litoral en el Pacífico constituyen  un  enorme
mercado  potencial  para el petróleo proveniente del mar  Caspio  y  Asia
Central.  Las compañías petroleras están considerando la construcción  de
un  oleoducto  desde la parte occidental de Kazajstán a través  de  China
hasta el Pacífico, para servir a los mercados en China, Japón y Corea. La
eliminación  de  los  gastos incurridos en los actuales  envíos  mediante
aljibe  tendrían  que  permitir economizar los  fondos  suficientes  para
contrapesar  el  gasto  de  unos US$8 a 10 mil millones  necesarios  para
construir el oleoducto. Los chinos han firmado un memorándum de intención
para  la  construcción de un oleoducto más corto, con término dentro  del
territorio propiamente chino.18
Ingerencia de Occidente e Intereses en la Energía del Mar Caspio  y  Asia
Central
Actualmente  más  de  40  proyectos están en desarrollo  en  Kazajstán  y
Azerbaiyán,    en   los   cuales   están   involucradas   11    compañías
estadounidenses,  unas 24 compañías de otros países  occidentales  y  dos
compañías rusas. El valor total de dichos proyectos excede de los  US$100
mil  millones. Algunas compañías, incluyendo la Exxon, la Amoco, la Mobil
y la Chevron, están negociando contratos adicionales en la región y están
comprometidas  en  proyectos de exploración y producción,  además  de  su
participación  en tales actividades como la construcción  de  oleoductos,
desarrollo  de  infraestructura  y  restauración  ambiental.  Los  gastos
costeados por estas compañías representan una probable fuente de ingresos
substanciales para los países del Transcáucaso y Asia Central durante los
próximos  15  a  20  años.  Por otra parte,  los  ingresos  del  petróleo
probablemente atraerán a otras empresas occidentales a estos países.  Las
compañías  petroleras  de  Estados Unidos y  las  compañías  de  apoyo  y
servicio de tal industria, son las que se beneficiarán inicialmente, pero
cabe  destacar  que  también pueden beneficiarse industrias  secundarias,
atraídas por la potencialidad económica de la región.
La  Corte  Suprema de Estados Unidos ha determinado que  una  corporación
estadounidense tiene los mismos derechos como un ciudadano particular, de
acuerdo  con  las disposiciones de la 14ª Enmienda a la Constitución.  De
ahí que el Gobierno de Estados Unidos tenga intereses en cualquier región
del  mundo  donde se encuentren empresas estadounidenses.19  Pero  en  la
presente  época  de  firmas  multinacionales  y  empresas  conjuntas,  la
determinación  de  lo  que es y no es una corporación  estadounidense  es
cuestión  de  interpretación. En todo caso, muchos intereses  comerciales
resultan  ser  intereses  gubernamentales  y,  por  extensión,  intereses
militares.  Los  intereses  de las compañías petroleras  en  esta  región
incluyen la amenaza de ser nacionalizadas; el papel desempeñado por Rusia
en  los  asuntos de sus antiguas colonias; la división definitiva de  los
recursos  del  mar  Caspio  entre Rusia, Irán,  Azerbaiyán,  Kazajstán  y
Turkmenistán; el futuro de la relación entre Irán y Estados Unidos  y  el
impacto  de  la  misma  en la producción y distribución  de  energía;  el
impacto de las negociaciones trabadas por los países occidentales y Japón
con  Irán,  independiente  de los intereses de las  compañías  petroleras
estadounidenses; y la seguridad de los oleoductos.
Un factor principal en el desarrollo de los hidrocarburos de Asia y en la
decisión  de  apoyar el desarrollo de oleoductos para  el  transporte  de
petróleo  y  gas  natural,  es el precio del petróleo.  Hoy  en  día,  el
petróleo  se  consigue a buen precio y parece ser poco  probable  que  se
realicen  muchos  de  los  proyectos propuestos  para  el  desarrollo  de
oleoductos,  si  los precios se mantienen en los bajos niveles  actuales.
Sin  embargo,  en  el  mes de marzo de 1998, tres países  productores  de
importantes  cantidades  de  petróleo  decidieron  provocar  una   subida
artificial del precio de petróleo, al retirar del mercado unos 1,6 a  2,0
millones  de  barriles  de  petróleo por día.  La  diseminación  de  esta
decisión produjo un aumento de casi el 20% del precio de petróleo  en  un
sólo  día.20 Estos precios más altos abren las puertas para el desarrollo
de la energía del mar Caspio, pero al mismo tiempo fomentan la reapertura
de producción de algunos campos marginales anteriormente desarrollados  y
abandonados. Sin embargo, resulta poco probable que estos productores,  o
incluso  la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo),  sean
capaces de mantener la reducción voluntaria de producción.
Seguridad de los Oleoductos
La seguridad de los oleoductos constituye la inquietud más práctica en el
futuro inmediato en lo concerniente a la exportación de petróleo de  Asia
Central.  La  región es políticamente inestable y la mayor parte  de  las
rutas propuestas exigen que los oleoductos atraviesen zonas plagadas  por
conflictos  recientes o actualmente en desarrollo. ¿Quién podrá  asegurar
los  oleoductos,  y  a  cuál  precio? En  reuniones  de  la  Compañía  de
Operaciones  Internacionales de Azerbaiyán con los líderes de  Chechenia,
istos  han  afirmado que no permitirán el flujo de petróleo por cualquier
oleoducto ubicado en el Transcáucaso, Chechenia o Georgia a menos que  se
les conceda una parte del consorcio. Existen dificultades semejantes a lo
largo  de  las demás rutas propuestas. Actualmente, Rusia está  perdiendo
cantidades importantes de petróleo y gas en el oleoducto que atraviesa el
Ucranio  con  rumbo hacia Europa. No obstante sus aunados esfuerzos,  los
rusos  no  han  logrado negociar el tránsito seguro de  energía  en  esta
región relativamente estable.21
Durante   la   guerra   soviético-afgana,  los  soviéticos   construyeron
oleoductos  tácticos a lo largo de los corredores oriental (de  Termez  a
Bagram)  y  occidental  (de Kushka a Shindland).  Aunque  los  mujahideen
preferían  realizar ataques más heroicos contra fuerzas y convoyes  rusos
en lugar de asaltos mundanos contra los oleoductos soviéticos, condujeron
una  cantidad suficiente de estos ataques para lograr detener a un número
significativo de fuerzas soviéticas. A modo de respuesta a tales ataques,
los  soviéticos  realizaban patrullajes de los oleoductos  y  establecían
puestos  de  seguridad remotos en las zonas de más alto riesgo.  Es  más,
negociaron  con  los  caciques  rebeldes  para  cambiar  prisioneros  por
seguridad  del  oleoducto.  A  pesar  de  todo  lo  anterior,  la  fuerza
mecanizada  soviética dotada de medios de la tecnología de  punta,  nunca
pudo garantizar la seguridad de sus oleoductos.22
Resumen
Las  exportaciones de petróleo y gas natural del mar  Caspio  y  de  Asia
Central posiblemente podrán igualar las del Golfo Pérsico al cabo de  los
próximos 10 a 15 años, aunque tal predicción quizás esté fundamentada  en
cálculos  extremadamente  optimistas.  En  el  presente,  Estados  Unidos
considera  que la región del Golfo Pérsico es de vital interés  nacional.
¿Será que la región del mar Caspio también llegue a constituir una región
de  vital  interés?  La aumentada actividad comercial de  occidente,  los
intereses  estratégicos de EE.UU., y la leyes estadounidenses  son  todos
elementos  que  parecen indicar precisamente eso.  De  ser  así,  Estados
Unidos debería analizar su relación con Rusia, Irán, Turquía y los  demás
países de la región. El desarrollo de una nueva fuente de energía a  buen
precio  sirve  como alternativa en momentos de tensión y  crisis.  Si  se
produce  una  situación  en  que una potencia  "delincuente"  cierre  los
estrechos  de  Ormuz  o  bien  organiza una reducción  de  la  producción
petrolera  a  nivel global, esta nueva región ofrece alternativas  a  las
tradicionales  opciones de confrontación armada y rendición  diplomática.
Pero los países occidentales no tendrán acceso fácil a esta nueva región,
y tendrán que enfrentar una diversidad de nuevas inquietudes en el ámbito
de  seguridad;  inquietudes éstas que, en fin, afectarán al  planificador
militar.
Su  presencia en esta región podría resultar ser beneficiosa para Estados
Unidos.  Hasta la fecha, los esfuerzos realizados por Estados Unidos  por
hacer  acto  de  presencia  han sido espectaculares,  pero  difíciles  de
mantener.  En  el  mes  de septiembre de 1997, 500  soldados  de  la  82ª
División  Paracaidista  volaron una distancia  de  12.500  kilómetros  en
cuestión  de  19  horas,  para  conducir un lanzamiento  paracaidista  en
Kazajstán. El general John J. Sheehan, del Cuerpo de Infantería de Marina
y   entonces  comandante  en  jefe  del  Comando  Atlántico,  dirigió  el
lanzamiento.  Aunque  los  paracaidistas  estaban  participando   en   un
ejercicio  regional  de  mantenimiento de la  paz,  en  el  cual  también
participaron  elementos  de Kazajstán, Uzbekistán,  Kirguistán,  Georgia,
Letonia, Turquía y Rusia, muchos observadores regionales interpretaban la
participación  estadounidense  como  nada  más  que  publicidad  para  la
capacidad de proyección de la potencia norteamericana. Así como comentara
el  general Sheehan, "Supongo que el mensaje es que no existe ningún país
en   el  globo  terráqueo  al  que  no  podamos  llegar".23  La  pregunta
fundamental  es  ésta:  ¿puede  Estados  Unidos  mantener  una  presencia
significativa  en aquella región en situaciones de crisis  o  incluso  de
conflicto real?
Una cabeza aérea en un teatro poco desarrollado, a una distancia de miles
de  kilómetros de las existencias de logística del teatro, no  constituye
"proyección  de  potencia", ni tampoco es posible afirmar  que  unos  500
paracaidistas comprenden una fuerza operacional. En el caso  eventual  de
que  Estados  Unidos resuelva la necesidad de involucrarse  más  en  esta
región,  debería iniciar su comprometimiento con esfuerzos de asesoría  y
asistencia  tendientes  a  promover  la  estabilidad  regional.   Existen
naciones  y  grupos  adinerados en la región, al igual  como  naciones  y
grupos necesitados; éstos últimos inevitablemente desearán apoderarse  de
la  riqueza  potencial  de los adinerados. Es de  esperar  que  el  éxito
comercial se traducirá en bienestar nacional y regional (aunque en  raras
ocasiones  la  riqueza  obtenida  del  petróleo  ha  redundado  en  tales
beneficios) y la región podrá asegurar el tránsito seguro de  petróleo  y
gas   natural  sin  interferencia  externa.  Si  Estados  Unidos   decide
establecer  una presencia contundente en la región, tendrá  que  ejecutar
las  medidas necesarias para crear una infraestructura logística adecuada
con  antelación.  Lo anterior constituye un paso costoso,  que  exige  la
inversión de capital político doméstico e internacional; la aprobación de
las  naciones  anfitrionas  locales; una  clara  visión  de  los  futuros
intereses   estratégicos   de   Estados  Unidos;   y   la   construcción,
abastecimiento y mantenimiento de una nueva base en ultramar.24MR
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1.  Tyler  Marshall, "Caspian Sea: Oil on a Tinderbox", The  Kansas  City
Star (8 de marzo de 1998), pág. K-6.
2.  Venezuela  posee unos 63,3 mil millones de barriles  de  reservas  de
petróleo. "Venezuela", Jane's Sentinel (Jane's Information Group,  1995),
pág. 26.
3.  Ruth  Daniloff,  "Waiting for the Oil Boom",  Smithsonian  (enero  de
1998), pág. 26.
4. Extrapolada de Marshall.
5.  Stephen Kinzer, "Pipe Dreams: A Perilous New Contest for the Next Oil
Prize", The New York Times (24 de septiembre de 1997), pág. IV-1.
6.   Discusiones   con  Garrett  Fonda  y  Tom  Banks   del   Centro   de
Investigaciones de Sistemas Extranjeros en Greenwood Village, Colorado.
7.  Ahmed Rashid, "Power Play", Far Eastern Economic Review (10 de  abril
de 1997), pág. 22.
8. Fonda y Banks.
9.  Leslie Dienes, "The Russian Oil and Gas Sector: Implications  of  the
New  Property  System", The National Bureau of Asian Research  (marzo  de
1996), pág. 22.
10. "Pipeline Poker", The Economist (7 de febrero de 1998), pág. 8 de  un
anexo  especial relacionado con la Encuesta de Asia Central. El  mapa  es
una adaptación del mapa empleado en el referido artículo.
11.  Carol  J. Williams, "Caspian Sea Change: Moscow, Through  Oil  Giant
Lukoil,  Is Taking a More Pragmatic Approach in the Quest for its  Former
Colonies'  Natural  Bounty", Los Angeles Times (8 de diciembre  de  1996,
sacado de la Internet. Las cifras se han redondeado).
12. "Pipeline Poker".
13.  Ibíd.  Sale más barato transportar petróleo por buque petrolero  que
por  oleoducto, pero aquéllos no sirven en los Dardanelos. Es por eso que
la ruta a través de Ceyhan parece tan atractiva.
14. Ibíd.
15.  Bhushan Bahree, "Demands for Oil Influence Policy in Gulf", The Wall
Street Journal (23 de febrero de 1998), pág. A17.
16. "Pipeline Poker", pág. 11.
17.  Comentarios  hechos  al  autor durante  una  estadía  prolongada  en
Paquistán durante el otoño del año 1996.
18. "Pipeline Poker", pág. 11.
19.  Durante  la década de los años 50, la administración del  presidente
Eisenhower resolvió que el acceso al petróleo internacional era  cuestión
de  interés estratégico para Estados Unidos y que las leyes antitrust  no
se  aplicaban a las corporaciones petroleras internacionales. Ver  Burtan
Ira  Kaufman,  The  Oil  Cartel Case: A Documentary  Study  of  Antitrust
Activity  in  the  Cold  War  Era y Trade and Aid:  Eisenhower's  Foreign
Economic Policy, 1953-1961.
20.  "OPEC Promises to Pump Less Oil", The Kansas City Star (24 de  marzo
de 1998), págs. D-1 y D-14.
21.  Discusiones que tuvo el autor con conocidos en Moscú, en el  mes  de
diciembre de 1997.
22.  Boris  V. Gromov, Ogranichennyy kontingent (Moscú: Progress,  1994),
págs. 289-290.
23.  Hugh Pope, "U.S. Plays High-Stakes War Games in Kazakstan", The Wall
Street Journal (16 de septiembre de 1997), pág. A16.
24.  Para  otros antecedentes, se recomienda que el lector  consulte  los
siguientes  estudios  producidos  por el  Centro  de  Investigaciones  de
Estudios  de Conflictos: Charles Blandy, "The Caspian: A Sea of Troubles"
(1997),  "Oil is Not the Only Stake" (1997), "The Impact of Baku  Oil  on
Nagorno  Karabakh" (1997) y "The Caspian: A Catastrophe  in  the  Making"
(1997);  Michael  Orr, "The Regional Military Balance:  Conventional  and
Unconventional Military Forces Around the Caspian" (1955). Una  excelente
historia del petróleo se encuentra en Daniel Yergin, The Prize: The  Epic
Quest for Oil, Money and Power (Nueva York: Simon and Schuster, 1991).
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El  teniente  coronel  (R) Lester W. Grau es un analista  militar  en  la
Oficina  de  Estudios  Militares Extranjeros, en el  Fuerte  Leavenworth,
Kansas. Recibió el grado de Bachiller en Artes de la Universidad de Texas
en  El Paso y la Maestría en la Universidad de Kent State. Es graduado de
la Escuela de Comando y Estado Mayor del Ejército de EE.UU., el Instituto
Ruso del Ejército de EE.UU., el Instituto de Idiomas del Departamento  de
Defensa, y la Escuela Superior de Guerra de la Fuerza Aérea de EE.UU.  Ha
cumplido funciones en diversas posiciones de mando y estado mayor  en  el
territorio continental de Estados Unidos, Europa y Vietnam, incluyendo su
servicio como Subdirector del Centro de Táctica del Ejército, y  Jefe  de
la  Sección  de  Instrucción sobre Táctica Soviética  en  la  Escuela  de
Comando  y  Estado  Mayor  del  Ejército de  EE.UU.;  asesor  político  y
económico  en el Cuartel General de las Fuerzas Aliadas, Europa  Central,
en  Brunssum,  Holanda; y mensajero diplomático en  Moscú.  Su  artículo,
"Destruyendo el Telémetro Láser con una Piedra", apareció en el número de
julio-agosto de 1997 de Military Review, edición hispanoamericana.
Fuente: Nuestra América
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